Sir James G. Frazer analizó en The Golden Bough los principios de la magia y los dividió en dos grandes categorías, los de la ley de semejanza y los de la ley del contacto. Las dos leyes son conocidas bajo el término más complejo: magia comprensiva.
La ley de semejanza, también llamada magia homeopática o imitativa, sugiere que un efecto puede parecerse a su casa. En ella el mago busca su propósito final mediante un hechizo o ritual. Por ejemplo, la práctica vudú de hacer de un muñeco la efigie de una persona para luego punzarlo con alfileres, y así causar dolor y muerte a la víctima, es una forma de magia imitativa.
Quemar imágenes de cera en nombre de alguien, o escribir el nombre de una persona en una barra de jabón que luego es metida en agua, son también ejemplos de este tipo de magia. La idea tras la acción del mago es que lo mismo que le sucede al objeto que representa a la víctima, sea también experimentado por la víctima. Un simple hechizo bastante usado en magia para el amor en el Caribe, requiere la escritura del nombre del amante sobre un pedazo de papel y su posterior envoltura con muchas yardas de hilo rojo; el concepto, es decir, la persona deseada, se envuelve en hilo rojo para que su amor sea dirigido hacia el mago. Igualmente, objetos que tienen nombres similares a la condición deseada, pueden ser usados para mejorar o producir dicho estado. Así la famosa raíz de Juan el Conquistador, es usada para conquistar o dominar. El amoniaco, que suena como armonía, se utiliza para disipar los problemas y traer vibraciones armoniosas. La raíz Satirión, cuyo nombre tiene connotaciones eróticas, es usada para aumentar la potencia sexual. Una gran diversidad de plantas, inciensos, hierbas, flores y animales, se asocian con fuerzas naturales o planetarias que a su vez controlan diferentes acciones humanas. El uso de plantas como la verbena y el mirto, tradicionalmente relacionados con magia para el amor, tiene como objetivo para el mago la obtención de todos los atributos mágicos de dichos vegetales.
El sistema de magia comprensiva, y específicamente imitativa, consta de una serie de preceptos positivos y negativos. Los positivos le dicen al mago cómo alcanzar algo por medio de rituales o hechizos. Los preceptos negativos son los llamados tabúes de la magia, que indican al mago las cosas que no debe hacer, para así evitar dificultades. Así aunque un ritual de amor deber ser conducido en la hora propicia para Venus, el planeta del amor, nunca se podrá desarrollar durante la hora de Saturno, el planeta de las demoras y las penas. En esta regla de la magia se involucra un precepto positivo y uno negativo o tabú.
A partir de esto es fácil ver que la ley de la semejanza es una forma de invención mágica. Lo que el mago hace en la magia imitativa es llevar a cabo sus objetivos materiales sobre un nivel mental, mediante complicados rituales dirigidos a las leyes naturales. Cree que el plano mental es la matriz manejable del plano material y cualquier cosa que sea manejada a través de rituales o una gran imaginación, finalmente ocurrirá en el mundo material. Por esta razón el mago aprende a desarrollar su imaginación y sus poderes de visualización desde un comienzo, piensa que entre mejor visualice algo, habrá mayor probabilidad que se manifieste físicamente. El practicante de magia a menudo usa objetos materiales que pueden variar desde talismanes hasta artículos simples como fotografías o un símbolo de su deseo, para recordar su objetivo. De este modo, si desea adquirir una posesión material, por ejemplo una casa, conseguirá una fotografía o dibujo de la casa de sus sueños y la mantendrá junto a él constantemente. Se imaginará dentro de ella y pretende ser el dueño, y se auto hipnotiza con la idea de que ya es su propiedad.
Esta forma de magia imitativa no es exclusiva del mago; muchas personas la practican sin darse cuenta cuando mantienen un pensamiento positivo. El campeón de boxeo de peso pesado Muhammad Alí solía usar un guardavientos que decía, “Campeón Mundial Peso Pesado”, mucho antes de triunfar; y el presidente Carter colocaba un letrero sobre su escritorio, cuando era gobernador de Georgia, que decía “Comandante en Jefe”. Todos sabemos que la fuerza de voluntad, la determinación y el pensamiento positivo fueron necesarios para hacer realidad ambos sueños. Esto simplemente prueba que lo comúnmente conocido como magia es un rasgo inherente de la mente humana, y que todos lo practicamos tarde o temprano en nuestra vida, a menudo inconscientemente.
La ley de contacto, también conocida como magia contagiosa sugiere que las cosas que han estado en contacto mutuo, continuarán actuando entre ellas a distancia, mucho tiempo después que el vínculo se ha terminado. De a cuerdo a este concepto, es posible afectar a alguien de manera positiva o negativa si podemos conseguir algún objeto que ha estado en contacto con dicho individuo. Pedazos de cabello y uñas, o artículos tales como ropa, son favoritos por el mago para desarrollar este tipo de magia. La fotografía de una persona no calificaría en este caso a menos que haya estado previamente en posesión de la víctima.
La magia contagiosa dice que cualquier cosa que le suceda a un objeto, que ha estado en contacto con una persona, le sucederá a ésta también. Lo que ocurra dependerá en gran parte de las intenciones del mago. Por ejemplo, si todo lo que quiere es influenciar su objetivo para que haga su voluntad, el ritual será diseñado para dicho propósito. Así, él puede decidir colocar el nombre de quien desea afectar dentro de una botella de cuello ancho, y luego adicionar algunos objetos pertenecientes a dicho individuo tales como piezas de ropa. Dentro de la botella también colocará dinero y amoniaco, y quizá un trozo de Juan el Conquistador, una raíz muy fácil de adquirir. Esto asegurará su dominio sobre la persona que desea influenciar. Por otro lado, si lo que quiere es hacerle daño, formará o un pequeño muñeco como imagen de su víctima, agregando trozos de cabellos y uñas de la persona a la figura, y tal vez hará un pequeño traje con la tela proveniente de ropa de la víctima.
El muñeco puede ser luego quemado o sujeto al mismo destino que el mago espera que experimente el objeto de su odio.
Mucha gente piensa que el destino de una persona será más o menos determinado por lo que le suceda a su cordón umbilical. Si es colocado en un libro, se cree que el individuo llegará a ser un erudito o una famosa figura literaria. Si es metido en agua, quien lo poseía será atraído y afectado por dicho líquido toda la vida. Esta creencia, un típico ejemplo de magia contagiosa, es observada alrededor del mundo, desde México y Perú, hasta Australia y Alemania.
La universalidad de las prácticas y creencias mágicas es parte de la herencia cultural y espiritual del hombre. Por muchos siglos la magia fue considerada como delirios satisfactorios de personas con bajo intelecto. Tal vez el hombre no entendía el funcionamiento de su propio inconsciente, o tenía miedo a los poderes latentes que podría a veces percibir en su mente, y de esta forma ignoró y evitó la magia consciente e inconscientemente. Sin embargo, en tiempos más recientes, este temor ha dado camino a un franco interés por la magia y el funcionamiento de la mente inconsciente, que como se ha discutido, son en realidad la misma cosa. Como resultado, mucha de nuestra literatura y música moderna está siendo fuertemente influenciada por diversos aspectos de la tradición mágica. Novelas y películas como El bebé de Rosemary y el Exorcista son ejemplos de este renovado interés por temas de ocultismo.
Grupos de rock modernos como Santana y Earth, Wind, and Fire exhiben una profunda relación con la magia, de la misma forma que lo hacían los Beatles y Bob Dylan. Tampoco la música clásica ha estado exenta de la influencia de la magia- el famoso director y compositor Leonard Bernstein introdujo a su música parte de su conocimiento de la Cábala judía en la forma de The Dybbuk, un trabajo bastante influenciado por las correspondencias del árbol de la vida cabalístico-. El prosaico mundo de la política también ha sido influenciado por el hechizo de la magia; durante toda la pasada campaña presidencial los periódicos de los Estados Unidos publicaron las opiniones de eminentes astrólogos y magos acerca del resultado de la elección. También está creciendo el interés por la naturaleza; observamos una mayor preocupación por la ecología y por la conservación de las cosas naturales.
Ahora las plantas y animales reciben mayor protección, y la preservación de especies en peligro es estimulada por académicos y naturalistas; han sido escrito libros sobre la recién descubierta sensibilidad de las plantas, y se desarrollan estudios dirigidos al conocimiento del biorritmo de la naturaleza.
Este mayor entendimiento de la mente colectiva y el marcado interés por lo mágico, puede ser visto como un intento inconsciente del hombre para unirse e identificarse con los poderes de la naturaleza. También es señal del comienzo de un lento pero decidido retorno a las tradiciones mágicas de los antepasados.