El arte de la interpretación de los sueños, dirigido a extraer presagios para el futuro, es terriblemente difícil, dicen los ocultistas del pasado y también los modernos. No se pueden establecer reglas generales y no es posible compilar una positiva clasificación de cada caso.

El único punto sobre el cual todos están de acuerdo es el que se refiere a la clasificación de los sueños que no tienen ningún valor.

Hela aquí:

Los sueños hechos durante las primeras horas en las que se duerme o sea, cercanos a la digestión; los sueños que dependen de un estado morboso, de causas externas como el frío, el calor, los ruidos, etc.; las pesadillas febriles, causadas por preocupaciones, por el miedo, por un espectáculo visto recientemente o por una lectura; los sueños o cosas de las cuales se ha hablado o bien se ha oído hablar; los sueños de personas a las que hemos visto recientemente y los sueños que dependen de la posición en que dormimos.

Los ocultistas dan gran importancia a la posición en que dormimos, porque algunas veces el hecho de dormir sobre un lado (por ejemplo sobre el lado izquierdo oprimiendo el corazón) da lugar a notable molestias orgánicas.

El mejor modo de descansar y el más sano, dicen los textos, es boca abajo, o casi, ya que de este modo todos los miembros están siempre en el lugar que les corresponde y el descanso es perfecto.

Otros ejemplos, que de todos modos no se consideran generales, son indicados por los textos y se refieren a determinados influjos. El primero es el influjo astral. Los planetas y las estrellas, en efecto, según sus movimientos, sus conjunciones y sus determinados aspectos, influencian en gran forma a la mente humana, y esto no constituye un secreto para nadie.

Tomemos a la Luna como ejemplo fundamental. “La Luna es el sueño mismo”, afirman nuestros antepasados. En la edad media  de decían: “Los sueños no podrían existir sin la nerviosa sutileza de la Luna”. He aquí, por consiguiente, la explicación del por qué  la Luna evoca el mar, el agua, la lluvia, el verde de las praderas y la niebla; es el planeta que forma a los visionarios, a los soñadores incurables y a los médiums.

Según muchos adivinadores, la Luna vista en sueños tiene relación en general,  con las mujeres que están ligadas a las personas que sueñan con ella: mujer, novia, hermanas, hijas, etc. Indica también  dinero, riquezas, tráficos lucrativos, y pueden referirse, asimismo a la salud del que sueña. Los sueños lunares son juzgados según la pureza de la visión.

Por tanto:

Una Luna límpida y luminosa debería aportar bienes y dulzuras; una Luna velada y obscura significa infortunios y confusión.

Además:

El hombre que sueña que se refleja en la Luna será pronto padre de un varón mientras que si es una mujer la que tiene este sueño será pronto madre de una niña. El mismo sueño (verse reflejado en la Luna) es desfavorable para el hombre de negocios, el usurero y el ambicioso. Hay que especificar que los sueños en que toma parte la Luna se refiere más a las mujeres que a los hombres.

De todos modos, los influjos particulares de la luna sobre los sueños dependen de las lunaciones. El ciclo de las lunaciones, divididos en cuatro partes llamadas cuartos (es decir, novilunio, primer cuarto, plenilunio y último cuarto) dura veintiocho días. Por tanto, existen 28 indicaciones correspondientes a las lunaciones en relación a los sueños.

Son los siguientes:

  1. Sueños generalmente alegres.
  2. Día benéfico.
  3. Sueños inútiles que no se deben tener en cuenta.
  4. Los sueños favorables se realizarán.
  5. Día fatídico.
  6. Día favorable, pero no se deben contar los sueños.
  7. Primer cuarto:
  8. Los sueños se realizarán.
  9. Favorables los sueños de viajes.

10. Sueños vanos.

11. Sueños verdaderos.

12. Sueños verdaderos.

13. Rápida realización de los sueños.

Plenilunio:

14. Día felicísimo.

15. Sueños verdaderos.

16. Sueños verdaderos.

17. Realización de los sueños dentro de pocos días.

18. Sueños verdaderos.

19. Próxima realización

20 Sueños verdaderos.

Último cuarto:

21. Día de alegría.

22. Día maléfico.

23. Día inquieto.

24. Día indiferente, sueños vanos.

25. Sueños verdaderos.

26. Día maléfico, sueños verdaderos.

27. Día ambiguo, sueños dudosos.

28. Día indiferente, sueños vanos.

Otro punto de capital importancia son los días de cada mes y del año en que los sueños son de mal o de buen augurio.

Veamos:

Mes Días
Enero 1-19-27-31 Favorables.
13-23 Más bien contrarios
Febrero 7   8   18 óptimos, pero con algunas cosas ambiguas
1-10-17-22 Insignificantes.
Marzo 3-9-12-14 predominan la ambigüedad y el lado oscuro
13-19-23-28 Obscuros, presagios de dificultades.
Abril 5   27 destinados a realizarse en breve
10-20-29-30 Advierten próximas desgracias.
Mayo 1-2-4-6-9-14 Traen suerte.
10-17-20 Obscuros, presagian envidias.
Junio 3-5-7-9-11-12 rápida realización
4   20 Molestias no graves a la vista.
Julio 2-6-10-23-30 ambigüedad e hipocresía
5-13-27 Insignificantes.
Agosto 5-7-10-14-19 Envidia, pero también suerte.
2-13-27-31 Insignificantes.
Septiembre 6-10-15-18-30 Óptimos, realización en breve.
13-16-22-23 Disgustos a la vista.
Octubre 13-16-23-31 Contrarios.
3   9  27 Significan lo contrario.
Noviembre 8-13-23-30 Malos auspicios.
6   25  desfavorables
Diciembre 10-20-29 Dan alegría, presagios de éxito.
13-28-31 Realización lejana.

La tradición advierte que los sueños tienen mayor potencia reveladora, si se tienen la noche del miércoles, para los negocios y los intereses en general, mientras que los sueños tenidos durante la noche del viernes son favorables para lo que se refiere al amor.

También el Sol, aunque no en la misma medida que la Luna, tiene su importancia en los sueños. Quien en sueños lo haya visto levantarse, irradiar a la tierra y efectuar su recorrido en el cielo hasta desaparecer, tendrá buenos auspicios. Es un sueño que anuncia importantes ganancias y operaciones fructíferas, pero a los malvados este sueño les anuncia pésimo auspicios, ya que el Sol todo lo aclara.

Un Sol sanguíneo  e irritado anuncia a quien lo sueñan muchas dificultades,  pero a pesar de esto, dicha visión es favorable para los inciertos y los tímidos.

Quien sueña que el Sol se hunde en la tierra, o  que entra en cualquiera habitación, está amenazado por un grave peligro. Ver irradiar con potencia el Sol en la propia habitación significa anuncio de fiebres; si, en cambio, el Sol habla, anuncia próximos beneficios notables. El Sol que desaparece de improviso, o que se eclipse tras las nubes, anuncia próximos desastres financieros o la muerte de un familiar. El mejor auspicio es cuando se ve en sueños cómo penetran en la propia habitación los rayos solares, más que la misma cara del Sol, ya que si bien ver al Sol entrar en el propio

cuarto ocasiona fiebre, ver sólo sus rayos da lugar a la abundancia y a la felicidad.

Ver como el Sol daña o roba cualquier objeto significa que este sueño algunas veces puede dar lugar al fracaso y a la rutina.

Otras interpretaciones: el Sol que brilla indica éxito y triunfo, el Sol que nace, alegría, prosperidad y buena suerte, el Sol rojo augura discordia y obstáculos en los negocios; el Sol velado, una lucha que hay que sostener; el Sol que se pone, dolores y adversidades; ver cómo el Sol va en contra de la Luna, riña, peleas, preocupaciones y desgracia personales.