Hay plantas que son tenidas como mágicas independientemente de su particular dominio astrológico y que, por tanto, pueden ser utilizadas siempre. Son las siguientes:

Amaranto: Planta típicamente “solar”; su flor, conservada en saquitos apropiados y llevados por una persona, favorece el equilibrio físico y ayuda a conservar la salud y la juventud (los antiguos atribuían a esta flor el poder de convertir en inmortal a quien la llevara).

Naranjo: La flor, sometida al dominio astral de Venus, representa la inocencia (se dice que esta flor se tendría que llevar tan sólo durante una hora durante todo el transcurso de la existencia, y que durante esta hora por un proceso de alquimia interior, quien la llevara transformaría el símbolo del inocencia por el de la sensatez).

Albahaca: Planta sometida al influjo de Marte, predispone a la cólera y puede suscitar también fenómenos físicos de grave entidadrelacionados con el sistema nervioso.

Cedro: Sujeto a la esfera astral de Júpiter, es considerado como un guardián de la casa en cuyo alrededor haya sido plantado este Árbol; se dice que sus hojas suscitan orgullo y dignidad.

Eléboro: Los antiguos decían que era una planta maléfica que daba lugar a la calumnia y que ocasionaba mala fama.

Iris: Planta de la luna, a la que nuestros antepasados le atribuían el símbolo de la paz; preside el sueño, y puede ocasionar en determinadas circunstancias un sueño  mortal.

Liquen: Planta saturnina que predispone a la soledad y a la meditación es maléfica en todo lo concerniente a las relaciones sociales.  

Lirio: Tradicional símbolo de la pureza, está sujeto al dominio astral del sol (es aplicado en la magia blanca para alejar a las fuerzas del mal que podrían  ser llamadas por analogía a través del ceremonial mágico).

Loto: También la flor de loto está sometida al influjo del sol  o (como dicen los ocultistas orientales) al logos solar, del cual es la representación viviente en el reino vegetal; propicio a la castidad, infunde el poder de expulsar a los demonios y de anular el mal de ojo.

Mostaza: El semen está sometido a la influencia de mercurio; da el poder de las ciencias; las semillas secas de esta planta hacen posible la adivinación. l; propicio a la castidad, infunde el poder de expulsar a los demonios y de anular el mal de ojo.

Mirto: Es una planta de Venus, más aún, es su símbolo mágico; infunde en las personas la virtud de la caridad y del amor espiritual.

Ortiga: Planta de Venus, es una personificación de Astarté en el reino vegetal; simboliza y favorece la lujuria y predispone a la inmortalidad.

Palma: Un ramo de palma está sujeto al fluido astral de Marte; esta rama, según refieren los antiguos magos, si se conserva dentro de casa, alimenta la fortuna y el éxito y expulsa la envidia.

Amapola: Sujeta al influjo de Saturno; infunde pereza, misantropía y debilidad de carácter.

Encina: árbol solar, representa la fuerza; es muy benéfica por que protege las casas y las tierras que se extienden bajo su sombra (todavía en la actualidad tienen gran importancia el hecho de que son precisamente las encinas las que atraen los rayos, conduciéndolos a la tierra).

Trébol: símbolo del ternario sagrado y mágico, está sometido a la irritación solar e infunde poder, amor y sabiduría.