La preparación de pociones según las indagaciones desarrolladas por los investigadores más competentes, destacamos un factor común sobresaliente: un continuo aumento del uso de los filtros. Este uso y su extraordinaria difusión se registra en todos los países. Dicho fenómeno aparece tanto en las sociedades más subdesarrolladas como en las más cosmopolitas. Es una voz invisible y a pesar de todo siempre presente en la lista de las exigencias de las comunidades que se pueden definir con el nombre de bárbaras, pero que, no obstante, forman parte de las exigencias de la moderna sociedad de consumo. Los motivos que dan lugar a tan extraño fenómeno son múltiples, pero convergen en un punto capital: el miedo ante lo desconocido que encadena al hombre. Los progresos científicos, la conquista del espacio, el bienestar, no consiguen más que hacer olvidar superficialmente este miedo.
Pero, ¿en qué consisten los filtros?. Pociones mágicas, explican los textos, destinadas a suscitar o a apagar cualquier clase de pasión, particularmente la pasión amorosa. La eficacia de los filtros, según dicen los creyentes, se debe a sus ingredientes y a las fórmulas mágicas que acompañan a su preparación. Así como sucedía en los tiempo remotos, todavía en la actualidad los magos, las brujas, las hechiceras, etc., mientras proceden a la confección de los filtros, invocan a las divinidades infernales.
Para la preparación de los filtros, los operadores utilizan partes específicas de determinados animales, hierbas y otras substancias como la rémora, huesos de ranas, las alas y las patas de los murciélagos, el pico de las lechuzas; también se utilizan recortes de uñas, distintos metales, trozos de maderas especiales, reptiles, extrañas de peces y entrañas de pájaros, a veces mezclando todos estos ingredientes con ornamentos eclesiásticos pulverizados.
En la actualidad. la mayor parte de los operadores se sirven de sangre catamenial, sangre de las venas, pelos de las axilas y del pubis, secreción femenina, etc.; se asegura que todos estos ingredientes tienen el poder de atraer, por parte de una mujer, al hombre deseado. Esta poción se prepara siguiendo determinados ritos misteriosos, mientras que el operador declama incomprensibles jaculatorias. Este filtro puede ser líquido, pero generalmente es convertido en polvo. En el primer caso, la persona que lo haya fabricado debe indicar las gotas que sean necesarias; en el segundo debe indicar la dosis, que, por extraño que parezca, en todas partes suele ser la misma: una cucharadita de café.
Era muy utilizado el hipómano, ya que decían que era extraordinariamente eficaz para el amor. Según los textos, es el más famoso de todos los ingredientes utilizados en el campo de la magia.
Se trata de una solución carnosa, negra y redonda, del grosor de un higo seco, que tiene los potrillos en la frente en el momento de nacer. Según los libros de los secretos mágicos, tiene el poder de provocar la más ardiente y arrollador amor cuando, una vez reducido a polvo, es bebido y mezclado con la sangre de aquel o aquella que queremos que nos ame. Es decir, que es preciso obtener alguna gota de sangre de la persona que nos interesa y después hacerle ingerir la sangre con el resto de los ingredientes a esta misma persona, posiblemente mezclándolo en cualquier bebida, siendo preferible el vino. Hemos de aclarar que todos los filtros, en gotas o en polvos, se pueden verter en el vino, en el café o en la sopa, pero nunca en el agua o en los licores.
Del hipómano hablan grandes elogios casi todos los textos de magia, pero ninguno de los muchos y agudos estudiosos de este tema, a través de los siglos, ha podido observar nunca sobre la frente de los potrillos o en cualquier otra parte de sus cuerpos esta protuberancia. Sólo consiguen entreverla los magos y las brujas, por lo menos esto es lo que afirman.
Existe y son utilizados una gran cantidad de filtros. A estos mágicos encantamientos se les atribuye las causas violentas pasiones, de amores arrolladores así como el poder de hacer reconciliar a los cónyuges, amantes o novios.
Hay que tener presente que estos filtros se expenden, como los venenos, en la farmacia. Existen algunos que inflaman los intestinos, que producen demencia y que llegan incluso a ocasionar la muerte. En el mejor de los casos sirven como estimulantes que inspiran un temporal y excesivo ardor que es interpretado erróneamente como pasión amorosa. Esto sucede, por ejemplo, con las cantáridas cuando se ingieren en una bebida.
Por curiosidad y como anécdota, referiremos algunas de las antiguas recetas para filtros mágicos utilizadas aún en la actualidad a fin de suscitar amor en los corazones más fríos y desdeñosos. Conociendo esta composición nos es casi imposible no sentir disgusto y repulsión; nos daremos rápidamente cuenta del peligro que semejantes ingredientes suponen para la salud de las personas que los ingieren. Pero no importa, una afinidad de personas, que a lo mejor en sus costumbres cotidianas son extraordinariamente pulcras e higiénicas, no tienen ninguna duda cuando se trata de utilizar estos métodos: ingieren el brebaje en un minuto y sin ni siquiera parpadear; al contrario, lo hacen con una fe absoluta en ello.
Tomado de libro «Manual de la magia y de la brujería» Pag 355-357