Ōnamuji (también conocido como Ōkuninushi) era un descendiente de Susanowo. El, junto con sus muchos hermanos, compitió por la mano de la princesa Yakami de Inaba. Mientras viajaba de Izumo a Inaba para cortejarla, los hermanos se encontraron un conejo desollado yaciendo en una playa. Al ver esto le dijeron al conejo que se bañase en la playa y se secara con el viento en una alta montaña, el conejo les creyó y sufrió en agonía. Ōnamuji, quien se reía a espaldas de sus hermanos, llegó y vio al conejo dolorido y mando al conejo a bañarse en agua fresca y cubrirse con un polvo de la flor gama (cattail). El conejo sanado, quien en realidad era una deidad, le informó a Onamuji que el seria quien desposaría a la Princesa Yakami.
Las pruebas de Ōnamuji fueron muchas y murió en dos ocasiones por sus celosos hermanos. En las dos ocasiones su madre Kusanda-hime lo salvaría. Perseguido por sus enemigos, él se aventuró al reino de Susanowo donde él se encontró con la hija del vengativo dios, Suseri-hime. Susanowo probaría a Onamuji en varias ocasiones, pero al final, Susanowo aprobó al joven muchacho y predijo su victoria contra sus hermanos.
Aunque la tradición Yamato atribuye la creación de las islas japonesas a Izanagi y a Izanami, la tradición Izumo dice que Onamuji, junto con un dios enano llamado Sukunabiko, contribuirían o por lo menos acabarían la creación de las islas de Japón.
Prosperidad y eternidad
Ninigi, nieto de Amaterasu, conoció a la Princesa Konohana-sakuya (símbolo de las flores), la hija de Yamatumi (amo de las montañas). Ellos se enamoraron y Ninigi pidió a Yamatumi la mano de su hija. El padre estuvo tan complacido que ofreció la mano de sus dos hijas, Iwanaga (símbolo de piedra) y Sakuya (símbolo de flores). Pero Ninigi solo se casó con Sakuya y rehusó a Iwanaga.
«Iwanaga está bendecida con la eternidad y Sakuya con la prosperidad», Yamatumi dijo en lamentación, «al rehusar a Iwanaga, tu vida será brevede ahora en adelante». Debido a esto, Ninigi y sus descendientes se hicieron mortales.
Sakuya concibió de noche y Ninigi dudó de ella. Para probar la legitimidad de sus niños, Sakuya juro por su suerte y se arriesgó; ella incendio su habitación mientras daba luz a sus tres hijos y debido a esto, Ninigi reconoció su castidad. Los nombres de los niños fueron Hoderi, Hosuseri, y Howori.
Período de Instalación
Amaterasu ordenó a su nieto Ninigi gobernar sobre los suelos. Ella le dio tres tesoros sagrados:
- El collar magatama de Yasakani no magatama (ahora situado en el palacio imperial);
- El espejo de bronce de Kata no kagami (ahora en el templo de Ise); y
- La espada Kusanagi (una posible réplica que ahora está en el templo de Atsuta, Nagoya).
Los primeros dos fueron hechos para sacar a Amaterasu de Iwayado. El último fue encontrado en el cuerpo del dragón Yamata no Orochi. De estos tres, el espejo es el símbolo de Amaterasu. Los tres juntos constituyen los Tesoros Imperiales de Japón.
Ninigi y su compañía bajaron a la tierra y llegaron a Himuka, allí él fundó su palacio.
Flujo y reflujo
Hoderi vivió de la pesca en el mar mientras que su hermano Howori vivió de la caza en las montañas. Un día, «Howori» le pidió a su hermano intercambiar los papeles por un día. «Howori» intento pescar, pero no pudo conseguir nada y además perdió el anzuelo que su hermano le presto. Hoderi acusó implacablemente a su hermano y no aceptó sus disculpas.
Mientras que «Howori» estaba sentado en una playa, perplejamente dolorido, Shihotuti le dijo que viajara en un barco llamado el Manasikatuma y que se dirigiera a cualquier sitio que le llevará la corriente. Después de este consejo, Howori llegó a la casa de Watatumi (amo de los mares). Allí él conoció a Toyotama, hija de Watatumi y se casó con ella. Después de tres años de la unión, recordó a su hermano y su anzuelo, entonces le habló a Watatumi sobre él.
Watatumi pronto encontró el anzuelo en la garganta de una brema y se lo dio Howori. Watatumi también le dio dos bolas mágicas, Sihomitutama, que podía causar una inundación, y Sihohirutama, que podía causar un reflujo y lo mando a la tierra, junto con su novia.
Mientras Toyotama daba a luz, ella le pidió Howori que no la mirase durante su parto. Sin embargo, Howori, lleno de curiosidad, miró furtivamente, y la vio transformada en un tiburón en el momento que nació su hijo, Ugaya. Enterada de esto, Toyotama desapareció en el mar y no volvió, pero ella confió a su hermana Tamayori sobre su vivo deseo por Howori.
Ugaya se casó con su tía Tamayori y tuvieron cinco hijos, incluyendo a Ituse y Yamatobiko.