Existe un conocido caso suficientemente comprobado: el de Madame Bire de Francia; registrados en los archivos del departamento médico de Lourdes en Francia. Ella visitó Lourdes, siendo ciega, con nervios ópticos atrofiados e inútiles. Obtuvo lo que se ha dado en llamar una curación milagrosa. Ruth Cranston, una joven que investigó y escribió acerca de la curación de Lourdes en la revista MacCall´s de 1955, escribe acerca de Madame Bire, como sigue: En Lourdes ella recobró la vista de una manera increíble, con los nervios ópticos aún sin vida y con los testimonios de los médicos después de repetidas observaciones que sus mecanismos de visión se habían restaurado en su totalidad y eran normales. Desde el punto de vista médico, ella estaba viviendo con unos “ojos muertos”. Yo he visitado a Lourdes varias veces y he podido observar curaciones. No hay duda de que en otros santuarios del mundo ya sean cristianos o no, también suceden. En el capítulo siguiente explicaremos algunos.
Madame Bire a la cual me refería, no se curó por una acción milagrosa de unas aguas; se curó por medio de su mente subconsciente respondiendo a su creencia. El principio de curación dentro de ella, dentro de su mente subconsciente, respondió a la naturaleza de su pensamiento. La creencia es un pensamiento de la mente subconsciente. Significa aceptar algo como verdad. El pensamiento aceptado se ejecuta automáticamente. Indudablemente Madame Bire con una gran fé y con el convencimiento de que ella recibiría la curación. Su mente subconsciente respondió de acuerdo con esto liberando las fuerzas curativas.