Recuerde que no se trata de dos mentes. Son simplemente dos esferas de actividad dentro de una mente. Su mente consciente es la mente que razona. Es la fase de la mente que se encarga de elegir; usted toma todas sus decisiones con su mente consciente.

Su mente inconsciente acepta lo que se imprima en ella o lo que su consciente cree: no razona como su mente consciente y no discute con usted a manera de controversia. Su mente subconsciente es como la tierra que acepta cualquier clase de semilla sea buena o mala. Sus pensamientos son activos y pueden prosperar en forma de semilla. Pero también pueden ser pensamientos destructivos operando negativamente en su mente subconsciente que con el tiempo se convertirán en actos exteriores desagradables, tristes o funestos.

Su mente subconsciente no discute si sus pensamientos son buenos o malos, verdaderos o falsos; se limita a responder de acuerdo con la naturaleza de sus pensamientos o sugerencias. Por ejemplo, si usted está creyendo firmemente en algo es verdadero, aun siendo falso, su mente subconsciente lo aceptará como verdadero y procederá a obtener resultados, los cuales vendrán necesariamente porque su subconsciente los aceptó como verdaderos.

Experimentos hechos por psicólogos

Innumerables demostraciones hechas por sicólogos en personas en estado hipnótico, han probado que el subconsciente es incapaz de seleccionar y hacer comparaciones necesarias en el proceso del raciocinio, demostrando rápidamente que la mente subconsciente aceptará cualquier sugerencia, aunque sea falsa. Desde el momento que la acepte, responderá de acuerdo con la naturaleza de las sugerencias dadas.

Vamos a ilustrar la responsabilidad de su mente subconsciente ante la sugestión: Si un hipnotizador sugiere a uno de los sujetos suyos que él es Napoleón Bonaparte, o un perro, o un gato, actuará de esa manera el hipnotizado con inimitable exactitud. Su personalidad se cambiará por el tiempo que dure la prueba y él creerá y obedecerá lo que el hipnotizador le esté diciendo.

Un hipnotizador experimentado puede sugerir a uno de sus estudiantes en estado hipnótico que su espalda le pica y a otro que su nariz está sangrando; a otro que él es una estatua de mármol, a otro que él está congelado a una temperatura bajo cero. Cada uno de ellos seguirá la línea de la sugestión particular, ignorando totalmente todo lo que le rodea y que no tenga que ver con los síntomas y gestos bajo los cuales ha sido hipnotizado.

Estas sencillas observaciones demuestran claramente la diferencia entre el consciente y el inconsciente que es impersonal, no selectivo y acepta como verdadero su consciente, lo que la mente consciente cree que es cierto. Por eso es de tanta importancia seleccionar los pensamientos, las ideas y las premisas que pueden curarle o inspirarle a llenar de éxito y felicidad.