La imagen popular de una bruja montada sobre una escoba está basada en la realidad. En la antigüedad las personas promovían la fertilidad yendo a los campos con palos de escobas y horcas. Solían danzar alrededor de los cultivos, saltando muy alto para estimular un buen desarrollo de las cosechas. Este típico acto de magia de la religión antigua posteriormente se conoció como la brujería.

E término ingles witch (brujo, bruja) se deriva de la palabra anglosajona Wicca, que significa “el sabio”. Al comienzo esta palabra fue usada sólo para referenciar sacerdotes de la religión antigua, quienes también eran doctores, granjeros, abogados y cazadores. Después, Wicca se convirtió en el nombre dado a todos los creyentes y practicantes de la brujería y a la brujería misma.

Si queremos mirar el pasado de está, una de las más antiguas religiones, debemos remontarnos a la era paleolítica de hace más de treinta mil años, cuando la divinidad de los brujos aparecía como el dios de la cacería. Antes de ir a cazar, el hombre primitivo paleolítico representaba una escena de cacería donde la presa era invariable capturada, frente a un sacerdote que se vestía con pieles de animal y usaba un tocado con cuernos. Este sacerdote simboliza el dios de la cacería, y la ceremonia era una forma de magia imitativa, donde se representa una situación para que pueda suceder en realidad.

En la edad de bronce los cuernos se habían convertido en un símbolo de la cabeza del dios. Se creía que la cantidad de cuernos era una indicación del poder de dios. Por ejemplo, en el libro de la revelación, el cordero divino es representado con siete cuernos, probablemente simbolizando los siete planetas. El gran arcángel Metraton, principal asistente de Dios de acuerdo a la cábala, también se representa con cuernos en la mayoría de tratados sobre magia.

Poco después que el dios cornudo se convirtió en objeto de culto, hizo su aparición triunfante la Gran Madre, diosa de la fertilidad. En esta etapa del desarrollo del hombre la supervivencia significaba alimento y fertilidad, de este modo la Gran Diosa reinó durante muchos años al lado del dios con cuernos. Posteriormente, con el desarrollo de la agricultura, la Diosa se convirtió en la más importante de las dos deidades. La cacería era aún necesaria especialmente durante los meses de invierno, pero la mayor parte del año la vida era sostenida con productos de la agricultura. Así la diosa de la fertilidad era llamada para que extendiera sus bendiciones sobre los cultivos, el hombre y los animales.

La Diosa fue adorada bajo tres aspectos diferentes. Era invocada como una doncella joven para los problemas amorosos; como una matrona para otorgar fertilidad y proteger a los jóvenes; y como una mujer vieja para obtener consejos y sabiduría. Pero en todos estos aspectos ella era aún reconocida como la Gran Madre. Su predominio se ha mantenido, y actualmente es la principal divinidad de la brujería moderna.

El Dios cornudo, el consorte de la Diosa, siempre se para a su lado.

Era conocido por los celtas como Cernunnos, y en algunas partes de Inglaterra se conocía como Cerne o Herne. Con la llegada del cristianismo el dios con cuernos se equiparó con el concepto cristiano del diablo, pero esta identificación es errónea, ya que Dios cornudo de los brujos es anterior al diablo del cristianismo, que ni siquiera es mencionado en el Antiguo Testamento. Además, Cernunnos no es una entidad maligna; es una fuerza natural, poderoso e incontenible, proveedor de vida en el plano material, el único que lleva a la realidad la fertilidad de la diosa.

En la brujería se conoce a la Diosa como Aradia, Habondia, Isis, Ceres, Deméter, Artemis, Hécate, y otros nombres tradicionalmente asociados con la luna y las diosas de la fertilidad de los antiguos.

La errónea asociación del Dios con cuernos y el diablo del cristianismo, finalmente se convirtió en el eje sobre el cual giraban los infames juicios a brujos ocurridos entre los siglos trece y dieciocho. En la mayoría de procesos las víctimas probablemente no eran brujos, sino objetivos inocentes del rencor personal y la histeria predominante en tiempos medievales. También es posiblemente cierto que algunas de las victimas deben haber sido brujos, ya que este fue un período en el que la brujería era una práctica común. Sin embargo, es bastante irónico que las iglesias cristianas decidieran perseguir a los brujos como herejes durante una época en la cual los papas comerciaban vicios y usaban veneno y otras formas de asesinato para alcanzar el trono del Vaticano.

De los muchos libros escritos sobre persecución, identificación y castigo de brujos, incluyendo los edictos papales, el más abiertamente perverso fue Malleus Maleficarum, publicado en la Alemania del siglo quince (hay versiones traducidas de los edictos papales y de Malleus Maleficarum, fácilmente en muchos idiomas). Existe una copia de este libro en la biblioteca privada de un viejo castillo en Austria.

Era obvio que la copia había pertenecido a la ilustre familia que vivió en el castillo en la época de la inquisición, y que se habían realizado ejecuciones dentro dicha edificación. El actual propietario del castillo, un descendiente de la familia que originalmente habitó la antigua fortaleza en tiempos medievales, cuyo nombre es aún bastante conocido entre la nobleza europea, mostro las diferentes cámaras de tortura y calabozos de la construcción, al igual que los implementos usados para obligar a los supuestos brujos a decir la verdad. Aún hay señales cerca al castillo donde se ubican las estacas para quemar a las víctimas, sitios donde la hierba aun no crece. Le preguntaron acerca de fantasmas, dijo que el castillo era frecuentado por muchos de ellos, pero que la familia estaba tan acostumbrada a los fenómenos sobrenaturales que no les prestaban atención a sus apariciones.

Después de quinientos años de persecución, fue finalmente considerada extinguida la antigua religión y terminaron los horrores de la inquisición; entre las estacas quemadas quedaron las cenizas que producirían el resurgimiento de la brujería.

Durante cerca de doscientos años la Wicca permaneció latente entre las cenizas; los convenios de brujos aún existían, pero esperaron pacientemente el retorno de la gloria de los dioses. En 1939, un hombre llamado Gerald Gardner se inició en un convenio de brujos y, al encontrar fragmentadas y destruidas las antiguas tradiciones, empezó a crear un nuevo sistema de brujería. Los esfuerzos de Gardner han sido la base de la brujería moderna; los brujos Gardnerianos y sus descendientes, entre otros los Alejandrinos y los Algardos, forman la mayoría de movimientos de brujería actuales.

El libro de las sombras de Gardner, registra todas las creencias y ceremonias de brujos para futuras generaciones. En él, son mostrados minuciosamente los ocho festivales más importantes de la brujería conocidos como “sabbats”, los cuales son los siguientes:

  1. Candelaria (febrero 1). Un festival de fuego dedicado a la purificación y al señor de la muerte y la resurrección.
  2. Equinoccio de Primavera (marzo 22). Una fiesta de fertilidad donde se invoca la luz.
  3. Primero de mayo (mayo 1) Festival de fertilidad se celebra la aparición del sol del sur.
  4. Beltane o Solsticio de verano. (junio 22). Esta fiesta celebra la llegada del dios sol, señor de la luz.
  5. Lammas o fiesta de recolección de la cosecha (agosto 1). Un festival para pedir buenas cosechas.
  6. Equinoccio de Otoño (septiembre 22). Una fiesta de acción de gracias y bienvenida al dios sol.
  7. Samhain o primero de noviembre (noviembre 1). También se conoce como Halloween. Esta es la noche de los muertos y la fiesta del señor de las sombras.
  8. Solsticio de Invierno o Navidad (diciembre 22). Celebración del renacimiento o retorno del dios sol.

Las ceremonias menores de la brujería, conocidas como esbats, son celebradas en los períodos de luna llena y luna nueva, siendo veintiséis en total. Durante la creciente, de nueva a llena,

Se realizan trabajos constructivos, esto es, magia blanca. Los períodos de luna menguante, de llena a nueva, son usados para trabajos de destrucción o magia negra, aunque también se realizan ciertos tipos de magia blanca tales como la curación y el exorcismo. El convenio puede reunirse en otro tiempo, por lo general semanalmente, o para propósitos especiales. Cada vez que se encuentran o se separan, pronuncian el tradicional saludo de la brujería, “bendito sea”.