Los anillos, símbolos de la eternidad, se han convertido, desde los tiempos más remotos, en la prenda que se intercambian los amantes para asegurarse su recíproca fidelidad. Estos anillos son los que dan lugar al amor constante con toda la felicidad y las satisfacciones que este  tipo de, amor lleva consigo.

Los anillos se han utilizado siempre, en todos los tiempos y en todos los pueblos; a menudo han sido utilizados tan sólo como objetos de adorno, pero principalmente porque se suponía que en ellos residían todas las virtudes y porque se creía que tenían toda clase de poderes.

Anillo de la salud. En Roma se llevaban anillos, que estaban consagrados a la diosa Salus, llamada también Igea, como defensa de las enfermedades y el contagio, y también como talismanes genéricos. Se imprimía en ellos una estrella de cinco puntas rodeada de letras místicas y de una serpiente enroscada que era el símbolo de la curación.

Anillo de la sangre. Se llama anillo de la sangre al anillo que se haya tallado de la cornalina roja sanguínea. Debe ponérselo en el dedo anular de la mano izquierda la mujer que tiene una fuerte pérdida de sangre. Si no se puede tener un anillo de este tipo, de utilizarse un hilo de seda rojo que debe colocarse también en el dedo anular de la mano izquierda. Esto también calma lo que vulgarmente se llama “la sangre del corazón”.

Anillos bizantinos. Un anillo con un pequeño escudo, sobre el cual se imprimía una máscara grotesca, constituía un amuleto muy utilizado en la Edad Media contra el mal de ojo, contra el contagio y contra las desventuras. De este anillo sobresalían los dibujos de siete hojas, que simbolizan los siete dones del espíritu, es decir: potencia, sabiduría, honor, valentía, fama, suerte y fuerza.

Anillos consagrados. Los anillos confeccionados con clavos viejos de un ataúd, o bien con clavos extraídos de capilla sepulcrales, constituían en la Edad Media  talismanes muy eficaces contra la epilepsia y las convulsiones. Si, además, estaban bendecidos por el rey o por la reina, estos amuletos eran eficacísimos.

Anillos  de petición de mano. La costumbre de que un hombre regale a la muchacha con la que se quiere casar un anillo se implantó en la Edad Media; una vez que el anillo Había sido regalado, se daba a entender que la muchacha debía pasar por un año de prueba en la casa de su novio, y durante este tiempo él debía decidir si se casaba con ella. En la mayor parte de los casos, estos anillos estaban confeccionados con un metal vulgar, a menudo de junco; por esto se utilizaba la expresión de “noviazgo con anillo de junco” para definir una relación que aún no era segura.

Anillos nupciales. El anillo matrimonial tiene una parte muy importante en toda clase de magia. Una muchacha que desee soñar con su futuro esposo puede conseguirlo siempre que tenga en su poder un anillo de  este  tipo.

Anillos serpentinos. Los anillos en forma de serpiente enroscada tiene la virtud de conferir a las personas que lo llevan una larga y feliz vida. Si en cambio, el anillo está formado por dos serpientes con las cabezas dirigidas a  una hacia la otra, este amuleto sirve para establecer la paz entre dos amigos que se haya peleando entre sí.